martes, 6 de diciembre de 2011

La loca realidad



    Este verano me leí un libro titulado “Los renglones torcidos de Dios” y en cuanto leí la primera frase decidí que este libro iba a entrar en mi lista de favoritos. Y así fue. La frase decía: “La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”

    Cuando leí la frase tuve esa agradable sensación en la que piensas que acabas de dar con una gran verdad que te hace entender muchas cosas. Creo firmemente que actuar en esta vida con un poco de “locura” es una forma de ver con risa la crudas realidades de las injusticias del mundo en el que vivimos de las que, cansadas de buscar un por qué y no hallarlo, muchos optan por disfrazarlo.

    El problema surge cuando acabamos distorsionando la realidad  porque hemos pensado tanto en una cosa que no lográbamos entender, que después hemos acabado viendo las cosas como realmente no son.

   Por tanto, yo creo que lo mejor que podemos hacer cuando algo no lo comprendemos es tomarlo con humor, pero sin perder de vista lo que son las cosas en realidad. Es decir, ser optimista en medio de una realidad que aceptamos con sus ventajas e inconvenientes.